por que es bueno perdonar
Coaching Despierta y Vive Consciente

Coaching: ¿Por qué es importante perdonar?

perdonar 1

Uno de los pasos más importante que podemos dar en la vida es perdonar. En más del 70% de las consultas que he dado a mis clientes, cuando buscan el servicio de coaching cuando hacemos la exploración, de una situación que tienen en el presente, surge el tema del perdón, bien sea porque mi interlocutora descubre que le han hecho daño en el momento presente, o tal vez en su pasado y eso afecta su presente porque ha crecido con algún tipo de rencor, dolor o resentimiento. Una herida que no ha podido sanar y que necesita cicatrizar y para ello, el perdón bien sea a otra persona, o a si misma o incluso pedir perdón es la clave.

Siendo un tema tan recurrente en mis consultas, y porque en algún momento de nuestras vidas todos, sin excepción, hemos tenido que dar o pedir perdón. Incluso perdonarnos a nosotros mismos. Hoy, quiero hablarte sobre por qué es tan importante perdonar. Pues, muchas veces nos cuesta hacerlo, y creo que si comprendemos lo que ganamos al perdonar se nos hará mucho más fácil dar este necesario paso, y sobre este tema quiero hablarte hoy.

Para comenzar, te digo que el perdón es importante, porque siempre terminamos perdonándonos a nosotros mismos. Cuando comprendemos que al perdonar al otro ser humano estamos íntimamente perdonándonos a nosotros mismos se nos facilita incluso comprender la situación y librarnos de la culpa interna. Dicho de otra forma, si yo perdono a otra persona, en el fondo concluyo perdonándome siempre. (Por cualquier falla que yo haya tenido y que tal vez, yo considere dio pie a ser víctima de una situación que hoy me genera dolor o rabia). Cuando yo perdono y compadezco al otro, también me perdono y me compadezco a mí también.

Lo anterior, no exime en ningún momento del juicio legal o reparación judicial que la otra persona tenga que hacer, en caso de haber cometido un hecho punible. Perdonar no es olvido, y tampoco es impunidad. Esto debe quedar absolutamente claro.

Es necesario perdonar, porque el perdón nos permite recuperar nuestra paz mental, emocional y espiritual. Fíjate estoy hablando de un beneficio que es para nosotros cuando perdonamos, ni siquiera se trata de un beneficio para la otra persona, sino para nosotros mismos al momento de perdonar al otro.

En realidad perdonamos, para no dejar que el dolor, la rabia, rencor o frustración se convierta en resentimiento, y ese resentimiento se transforme en la basura maloliente que llene de putrefacción nuestro equipaje de vida. Entonces, perdonamos para no convertirnos en una especie de basurero ambulante, que emana mala energía, mal olor a donde nos movamos.

Al perdonar reviso mis emociones, si me siento llena de ira o rencor hacia una tercera persona me pregunto:

¿Soy yo realmente congruente con mi postura de dar amor?

¿Qué pierdo o dejo de ganar cuando yo no perdono y me aferro a recordar siempre lo malo en otros?

perdonar 2

Por otra parte, para mí perdonar no significa que yo deba volver a reanudar una relación con una persona que me hizo daño, o decida deliberadamente cometer los mismos errores del pasado. No, yo puedo perdonar entendiendo que toda persona tiene sus lados grises, tal como yo puedo tenerlos también, desde esa comprensión, yo puedo perdonar y seguir mi camino, pasar la página y agradecer que esa mala experiencia ha dejado en mi vida una lección. Porque todo es un aprendizaje, pero eso no significa que yo retome la relación que tenía antes con la persona que me agredió o perjudicó. A menos que yo decida hacerlo, esto es algo muy personal, pero no es obligatorio.

Tal vez, tú me digas que alguien te hizo un daño muy grande y es imposible perdonar a esta persona. Esto, lo puedo entender y sé por experiencia propia que no siempre es fácil perdonar. En especial, cuando sentimos que la persona que nos dañó era alguien en quien confiábamos, amábamos o era miembro de nuestra familia y entonces sentimos que el daño es mucho más grande, en comparación a si el daño lo hubiera cometido un desconocido.

Sin embargo, te invito a que tú veas desde otra mirada el perdón. Desde la óptica de liberarte tú y seguir tu vida en paz, porque de lo contrario te atas a esa otra persona, la llevas contigo en tus pensamientos, en tus sueños, en tus recuerdos a todos lados. Si no perdonas tú te atas al odio, el rencor y te estancas.

Cuando no perdonamos a una persona porque “nos hizo mucho daño”. Nosotros comenzamos a amarrarnos a esta persona, porque cada vez que recordamos el daño que nos hizo, lo hacemos desde el dolor o la rabia, y esto hace que volvamos a vivir con intensidad el mal que recibimos.  En pocas palabras seguimos prolongando el sufrimiento en nuestra vida y lo que hacemos es construir una cadena grande y fuerte. Con tu mente creas una cadena que en un extremo agarra una de tus piernas y en el otro tiene agarrada una pierna de la persona que tú detestas y no perdonas. ¿Tú crees que es fácil caminar encadenado a otra persona?

Por eso perdona, es la única forma de hacer tu caminar libre de cadenas y de quitarte la podredumbre emocional que destruye tu vida sin que te des cuenta. Si te cuesta hacerlo, no lo dudes y pide ayuda, puedes buscar un coach, un psicólogo, un sacerdote, un pastor, un rabino, un líder de tu religión que sea una persona amorosa, prudente y compasiva. Siempre hay salida para perdonar y cortar esa cadena que te ata al pasado, que te ata a sentimientos de rencor y rabia que arruinan tu presente y tu vida.

Algo muy importante, los problemas de salud, más allá de los factores genéticos y hábitos de vida, que pueden predisponer a las personas a sufrir de ciertas dolencias físicas. También están ligados al estrés y a las emociones no procesadas debidamente. El rencor, el odio, la envidia y el sentimiento de culpa, sólo por mencionar algunas son emociones que alteran los procesos bioquímicos de nuestro cuerpo, y como verás más adelante en este libro hay una interrelación entre cuerpo, mente y espíritu. Entonces el no perdonar literalmente puede enfermarte. Y aunque tú no enfermaras físicamente, vivir con amargura, rabia y resentimiento. No es vivir, es estar muerto en vida.

Alejandrina Uribe-Betancourt es periodista y editora de noticias transformada en escritora, conferencista Health & Wellnes Coach certificada. Alejandrina es fundadora y editora de este portal informativo dedicado a temas de Salud. Bienestar & Belleza junto a su labor como coach oncológico, de Salud y Bienestar (Personal & Corporativo). Alejandrina también es cosmiatra certificada y es la autora de la serie de libros “Despierta, Vive Consciente” donde comparte los 7 Principios que le ayudaron a sanar su cuerpo y alma y los cuales están disponibles en esta web. Síguela en Instagram y en Twitter @alejandrinaub