¿Son realmente saludables los alimentos enriquecidos con proteínas?
Cada vez encontramos mayor variedad de productos en los anaqueles de supermercados o en las tiendas de e-commerce, cientos de productos industrializados que son vendidos con una versión “rica en proteínas”. En este artículo respondemos a la pregunta surgida ante tal variedad de productos: ¿Son realmente necesarios y saludables los alimentos enriquecidos con proteínas? Si tienes esta duda sigue leyendo.
Estos “alimentos enriquecidos” son realmente productos ultra procesados que se comercializan con una estética y marketing que invitan al consumidor a creer que son “más sanos” cuando necesariamente no son así. Es por ello, que vemos diversas marcas de yogures, margarinas, jugos pre empacados, natillas, gelatinas, batidos o cremas untables que nos venden con estas etiquetas.
Adicionalmente, existe en las estanterías de los hipermercados una gama de productos que con la etiqueta “alto en proteínas”, se han llenado de estos alimentos enriquecidos que prometen ayudar a tonificar los músculos y adelgazar. Por eso, los compramos creyendo que son ideales para nuestra salud, pero, ¿son realmente saludables?
A continuación, cito resultados de un estudio realizado por FIstore.es, la firma de referencia en el ecommerce de fit-food saludable en España, que desmiente las mentiras publicitarias que acompañan a esta industria, y advierte que no debemos generalizar con todos los productos que tengan estas etiquetas.
Este estudio que ha sido publicado por diversos medios españoles, como Noticias Salud, nos dan las claves para entender qué hay detrás del ‘high protein’. Es así como vemos un gran listado de productos alimenticios con una versión homóloga rica en proteínas que crece a pasos agigantados.
“La industria alimentaria ha descubierto que los consumidores identifican los productos proteicos con un mejor rendimiento físico y con la buena salud en general, y lo está aprovechando para ofertar alternativas con más cantidad de proteínas, centrándose en lo específico y no en lo general, pues al final un producto no debe verse como una parte sino como un todo”, explica Luis Cañada, fundador de FITstore.
Para lograrlo, es habitual ver tácticas de alimentación engañosa basadas en un marketing en el que juegan con el desconocimiento generalizado de los consumidores al destacar los gramos de proteínas que contienen, como si realmente el cliente medio supiese cuál es la cantidad ideal y cuál no.
Todo esto se traslada a los envases, con colores intensos o un negro característico resaltado con unas letras blancas que resaltan las cualidades que más les interesan e ignoran las que rebajan su calidad nutricional.
El ‘Estudio del mercado proteico en España’ realizado por los expertos en nutrición de FITstore ha analizado cientos de yogures, barritas, tortitas, leches, bebidas vegetales, etc., que encontramos en los supermercados con la estética de productos proteicos.
Además, la compañía española ha destapado, en su cuenta de Instagram en una comparativa, cómo la industria láctea utiliza formatos no estandarizados para posicionarse en el lineal con altos valores de contenido proteico. “Existen vacíos legales en el etiquetado que permiten confundir al consumidor de forma muy simple. Está muy de moda ahora plasmar las cantidades de proteína por ración, siendo que cada marca puede ofrecer esa recomendación en función de sus intereses”, explican desde la compañía.
¿Son tan saludables los alimentos enriquecidos con proteínas? cómo vende la publicidad de la industria alimentaria?
Sin embargo, tras ver este bombardeo publicitario en medios de comunicación y redes sociales surgen dos preguntas: ¿Estos “alimentos” enriquecidos son tan sanos cómo vende la publicidad de la industria alimentaria? y ¿cuál es la cantidad ideal de proteínas que debemos consumir?
“Normalmente es más saludable tomar un yogurt tradicional y consumir las proteínas a través de los alimentos que la aportan naturalmente, como la carne, pescados legumbres o huevos, entre otros”, explica Cañada. “Esto no quiere decir que los productos enriquecidos con proteínas no sean recomendables. Sumado a la falta de contexto y alarmismo de ciertas figuras en redes sociales, se está creando una gran brecha entre amantes y detractores cuando siempre han existido los grises”, resume.
Los gramos de proteínas no son lo único a fijarse
Es necesario analizar los productos individualmente ya que entre los productos anunciados con bombos y platillos como ‘high protein’ encontramos algunos con unas cualidades nutricionales que los posicionan como sanos y otros que están lejos de serlo. “Hay productos que solo muestran parte de la realidad, ocultando otros ingredientes poco saludables o usando aminoácidos económicos que al final sirven para elevar los valores proteicos. Ya lo vimos hace unos años con el azúcar y ahora se está replicando en la proteína”, resume el especialista de FITstore.es.
Las proteínas son el macronutriente de moda que, al estar asociado al estilo de vida saludable propio de los deportistas, se ha destapado como un reclamo comercial para vender todo tipo de productos. De hecho, el origen de esta tendencia proteica proviene de las dietas hiperproteicas características de una nutrición deportiva en auge con el incremento de clientes que acuden a los gimnasios.
¿Cuánta proteína hay que tomar al día?
Según explica a ‘Guías de Salud’ el Doctor Miguel Civera, de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), “los organismos internacionales y las sociedades científicas recomiendan un aporte de proteínas de 0,8 g/kg corporal/día en adultos”.
Estas necesidades nutricionales son más elevadas en las personas mayores de 65 años, para las que «sería recomendable entre 1-1,2 gramos de proteína al día, por kilogramo de peso corporal”.
A su vez, Civera cita encuestas de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, y advierte que el consumo de proteínas en España “es bastante elevado y se encuentra por encima de las recomendaciones de los expertos”.
Consumo disparado de proteínas en España
Al respecto, la Fundación Española de Nutrición (FEN) en su estudio Anibes indica que la ingesta de proteínas en esa nación europea se encuentra “muy por encima de los límites recomendados” y señala que tan solo un 10% de los españoles siguen una dieta dentro del rango aconsejado; por lo que hay un 90% que consume más proteínas de las recomendadas. “El consumo es susceptiblemente superior (cerca de un 7%) entre los hombres que entre las mujeres”
“Está demostrado que un exceso proteico no se traduce en mayor músculo ni tampoco en más pérdida de peso. Son todos aspectos multifactoriales que normalmente se simplifican sin tener en cuenta el contexto”, detalla Cañada. Nuestro cuerpo solo puede absorber entre 20 y 40 gramos de proteína por cada ingesta y, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), el requerimiento mínimo diario para un adulto se ubica en 0,8 gramos de proteínas por kilogramo de peso corporal.
Incluir proteínas en nuestra dieta es beneficioso para garantizar la energía necesaria y por eso los médicos recomiendan consumirlas de manera equilibrada tanto de origen animal como origen vegetal. Por ello, “los productos ‘high protein’ pueden ser un valioso aliado siempre y cuando la totalidad de su composición lo acompañe para ser considerado un producto saludable, y que el consumidor no cometa exceso en el consumo de complementos proteicos”, explica el fundador de FITstore.es.
¿Y qué pasa con la proteína en polvo típica de los gimnasios?
Un estudio elaborado por la Universidad de Granada indica que más de la mitad de las personas que acuden a hacer deporte al gimnasio consumen suplementos de proteína.
Un 30% de los encuestados se decanta por las proteínas en polvo:
Un suplemento nutricional compuesto, principalmente, por suero de leche, aunque entre sus ingredientes también suele haber azúcar añadido, saborizantes, espesantes, minerales o vitaminas.
La doctora Juana Carretero, médico internista y miembro del Grupo de Diabetes, Obesidad y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) subraya que tampoco son necesarios este tipo de productos “cuando uno lleva una dieta sana”.
Hay que aclarar que estos suplementos nutricionales, como afirma el Doctor Civera: «No son un riesgo para la salud, siempre y cuando se consuman dentro de una alimentación variada y equilibrada y, en especial, en una cantidad moderada y sin abusos».
No obstante, puede tener consecuencias muy graves para nuestro organismo si se toman sin ningún tipo de control, como recalca el especialista: «El consumo de proteínas puede estar limitado en algunas enfermedades graves del riñón y del hígado. Pero esto lo indicarán los médicos responsables de los pacientes».
¿Son una buena opción para los deportistas?
Los deportistas de alto rendimiento tienen que aumentar la ingesta de proteína hasta 1,2-1,5 gramos por kilo corporal.
La Doctora Carretero afirma que es aconsejable tomar proteína antes o después de realizar una actividad física intensa. Pero no tiene por qué ser con proteína en polvo o cualquier otro suplemento. “Puede ser con otras opciones». Y da algunos suculentos ejemplos: «Un bocadillo de atún, jamón serrano… En definitiva, cualquier proteína asimilable”.
En conclusión, podemos decir que es necesario desarrollar un criterio propio, y no dejarnos llevar ciegamente por la publicidad y analizar con detalle estos productos ultraprocesados que ahora nos presentan bajo la etiqueta de estar enriquecidos con proteínas. Para conocer más al respecto te invito a leer este artículo en nuestra web: Descubre qué son los ultraprocesados y cuáles son los riesgos por consumirlos
Fuente: Esta nota fue hecha con información de Noticias Salud