Aquí te decimos cómo apreciar cosas o personas bellas influye en tu cerebro
Helena Rubinstein, nacida en Polonia y creadora de un emporio mundial en el mundo de la belleza, con su marca de cosméticos, dijo en el siglo XX: “La belleza es poder”.
Por su parte, el filósofo irlandés Edmund Burke escribió en el siglo XVIII:
“La belleza es, en su mayor parte, una cierta cualidad en los cuerpos que actúa mecánicamente sobre la mente humana por la intervención de los sentidos”. Es decir, la belleza afecta nuestra mente y nos llega por los sentidos.
Hoy en el siglo XXI la neurociencia con su nueva disciplina científica llamada Neuroestética le da la razón a ambos y lo demuestra categóricamente a través de sus experimentos.
A finales del siglo XX (Desde mediados de los 80) se comenzaron a realizar diversos estudios utilizando la resonancia magnética, con el fin de investigar la apreciación de la belleza en el cerebro humano. Esta técnica consiste en observar al “cerebro en acción”, es decir, medir si existe alguna concentración de oxígeno en la sangre que irriga al cerebro. Basándose en la idea de que el nivel de oxígeno aumenta en las regiones que están funcionando más intensamente en el cerebro en un momento dado (es decir cuando hay un estímulo que provoque esa actividad intensa).
Estos experimentos, permitieron a los científicos encontrar indicios sobre nuestra capacidad para apreciar o distinguir lo bello de lo que no lo es. Esto también, dicen los científicos indica que nuestros ancestros remotos en su lucha por sobrevivir usaron este sentido al asociar lo que nos produce placer (cosas bellas es decir la belleza) con las cosas buenas y lo que nos produce rechazo o repugnancia (lo feo) con las cosas malas o «peligrosas».
En el 2011 salieron a la luz pública los resultados de uno de los muchos estudios realizados por el profesor Semir Zeki y un grupo de investigadores británicos de la University College London, (UCL), donde por un lado comprobaron que la belleza es subjetiva y no está en los ojos de quien mira (como decimos popularmente), sino en el cerebro de quien mira. Por otro lado, demostraron que la belleza tiene un efecto muy poderoso en la mente de los seres humanos. Y descubrieron que existe una misma área o región del cerebro la cual se enciende o altera en hombres y mujeres ante un estímulo catalogado como “bello” sea un estímulo visual o auditivo.
Este trabajo científico fue publicado en el año 2011 en la revista PLoS One (Biblioteca Pública de Ciencia) y en él, los investigadores descubrieronque cuando las personas experimentamos estar frente a algo que consideramos bello, sea una obra de arte, o una pieza musical, en nuestro cerebro se “enciende” una zona específica del cerebro, y es la corteza orbitofrontal medial. La cual está ubicada sobre la órbita de los ojos.
En esta investigación se contó con 21 voluntarios, todos de diferentes orígenes étnicos, a cada uno se le pidió que observara una serie de 300 pinturas y escuchara diversas piezas musicales. Cada participante debía hacer una clasificación de a cada obra de arte que observaba y de cada pieza musical que escuchaba. Ellos debían calificar la obra de arte o la pieza musical como: hermosa, indiferente o fea. Esto fue en la primera fase del experimento.
En la segunda fase, cada participante se le volvieron a mostrar las mismas pinturas o piezas musicales, pero en esta oportunidad ellos estaban sometidos a un escáner de imágenes de resonancia magnética funcional (fMRI) el cual medía la actividad en su cerebro mientras miraba la pintura o escuchaba la melodía musical que consideraba bella, fea o indiferente.
Fue gracias al uso del escáner que los investigadores detectaron como invariablemente en cada participante, se producía una exaltación en una región de su cerebro, la corteza orbitofrontal medial, (ubicada en la parte delantera del cerebro sobre la órbita de los ojos), cuando los participantes escuchaban una pieza de música o miraban una pintura que ellos habían clasificado previamente como hermosa. Y esto no sucedió cuando apreciaban una obra (musical o visual), que ellos hubieran clasificado antes como fea o indiferente.
El profesor Zeki y los científicos de su grupo señalaron que la corteza orbitofrontal medial, a su vez, es donde se ubica el centro de placer y recompensa del cerebro. Señalaron que estudios anteriores ya la habían asociado con la apreciación de la belleza. Sin embargo, la novedad en esta nueva investigación (del año 2011), consiste en que por primera vez la ciencia demuestra que la misma zona del cerebro se activa tanto con la percepción visual como la auditiva de la belleza en la misma persona. Con lo cual asegura el doctor Zeki la belleza existe “como un concepto abstracto en el cerebro”. Te dejo esta infografía que te ilustra un poco mejor la reacción de nuestra corteza orbitofrontal.
Zeki, sostiene que “la reacción ante eventos, personas y objetos deseables es una respuesta que se localiza en la misma zona del cerebro emocional”. A su vez, señaló a medios europeos que esta región del cerebro humano, también se “enciende” ante la “belleza moral”, es decir nuestro cerebro es capaz de reconocer nuestras buenas acciones.
Con estas declaraciones, tú yo podemos ver como la ciencia corrobora por un lado lo planteado por Platón 400 años antes de Cristo sobre la belleza moral, cuando la neuroestética nos dice que nuestro cerebro reacciona de la misma forma que lo hace con la belleza externa cuando reconoce gestos o acciones de justicia, amor o bondad. Es decir, las buenas acciones. Siento que la ciencia viene a corroborar lo que decían los filósofos griegos como Sócrates y Platón que la belleza no sólo puede ser externa sino también moral.
Semir Zeki también indica que en las distintas culturas ciertamente se van condicionar las creencias sobre qué es la belleza, pero gracias a estos experimentos se ha logrado descubrir que hay una coincidencia bastante amplia ante estímulos de la misma naturaleza incluso en personas de diferentes culturas.
Por cierto, las personas elegidas para el estudio fueron “personas comunes y corrientes” pues indicó Zeki que ellas aprecian el arte de forma más primigenia que los historiadores y críticos de arte.
El estudio también indicó que mientras ante los estímulos “bellos” se encendía la corteza orbitofrontal medial del cerebro. Pero, cuando los participantes observaban o escuchaban aquellas piezas que habían catalogado previamente de “feas” su cerebro reaccionaba a nivel de la zona ubicada en la amígdala cerebral (situada en la parte interna del lóbulo temporal medial), y la corteza motriz (localizada en la parte superior y rostral del encéfalo, en la parte posterior del lóbulo frontal), y esto sucedió con todos los participantes del estudio.
“A mayor belleza, mayor es la intensidad de la actividad en la corteza orbitofrontal medial”, mientras que “si se trata de algo que se considera estéticamente feo, la actividad se localiza en la amígdala cerebral y la corteza motriz”, enfatizó el doctor Zekir.
Con lo cual podemos concluir que apreciar cosas bellas, música hermosa, obras de arte hermosas y claro personas físicamente atractivas no solo contribuye a nuestro placer cerebral, sino también a nuestro buen humor y bienestar en general. Si amas la belleza en la naturaleza, las personas, animales y cosas no es porque eres alguien superficial, sino que tu mismo cerebro te está mostrando un camino más fácil de tener relax y placer.