Hacer ejercicios en la tercera edad ofrece grandes beneficios para la salud de quienes están en los años dorados. Los estudios demuestran que muchos aspectos del proceso de envejecimiento, como la dificultad para movilizarse, pueden retrasarse al mantenerse físicamente activo durante el mayor tiempo posible. Comenzar un programa de ejercicios es también una excelente manera de mejorar su calidad de vida y de hacer nuevas amistades.
Un estilo de vida activo brinda muchos beneficios para la salud. Hacer ejercicio con regularidad puede reducir su riesgo de desarrollar: cardiopatías y accidentes cerebrovasculares, diabetes, osteoporosis, osteoartritis y dolor de espalda, hipertensión arterial, algunos tipos de cáncer, como cáncer de intestino.
Hacer ejercicio también puede mejorar la fuerza y el tono musculares, lo cual significa que es menos probable que usted tenga un accidente o una caída que pueda ocasionarle una lesión. Además de estos beneficios, hacer ejercicio con regularidad puede mejorar su: flexibilidad, movilidad, velocidad y resistencia, capacidades cognitivas, como la memoria y el razonamiento, sensación de bienestar y calidad de vida.
Si hace tiempo que no hace ejercicio, consulte a su médico de cabecera antes de comenzar. Si ha tenido previamente algún problema de salud, es importante diseñar un programa de ejercicios a su medida que tenga en cuenta este hecho. Su médico de cabecera puede referirle a un enfermero u otro profesional de la salud para que le ayuden con esto.
¿Qué tipo de ejercicios hacer?
El tipo de ejercicio que usted elija debe estar supeditado a su estado físico. Si hace tiempo que no es una persona físicamente activa, comience con ejercicios suaves durante períodos cortos de tiempo. A medida que mejore su estado físico, puede avanzar lentamente a ejercicios más exigentes durante períodos más largos de tiempo. Por ejemplo, puede comenzar con un paseo diario de cinco minutos, y gradualmente aumentar hasta una caminata a paso ligero de media hora. Cuando se sienta más seguro, puede probar una actividad de grupo como caminar con un amigo, tai chi, bolos, natación o golf: la lista es infinita.
A medida que su edad avanza, su cuerpo necesita más tiempo para recuperarse después de la actividad física, por lo que debe asegurarse que descansa después del ejercicio.
Si cuando hace ejercicio siente dolor, mareos, falta de aire, su ritmo cardíaco se acelera mucho (palpitaciones) o siente alguna molestia que no se alivia, es importante que se detenga de inmediato y consulte a un médico. Esto es especialmente importante si los síntomas no desaparecen cuando deja de hacer ejercicio.
Montar bicicleta es beneficioso en la tercera edad
Montar en bicicleta resulta beneficioso para las personas mayores El Centro de Salud de la Municipalidad de San Isidro (Perú) ha elaborado un estudio sobre el ciclismo y la tercera edad. Muestra que la bicicleta permite ejercitarse sin que la rodilla sufra impactos, siendo beneficioso para personas reumáticas.
La doctora Karen Bustamante González, del Centro de Salud de la Municipalidad de San Isidro, autora del estudio, señaló que: “La bicicleta permite ejercitarse sin que la rodilla sufra el impacto de correr, por ello, es especialmente recomendable para personas con problemas reumáticos. Además, una persona mayor que tiene algún dolor y por ello deja de hacer ejercicio, sufrirá un incremento de sus dolencias”.
En cuanto a la duración más recomendada para que una persona mayor pueda montar en bicicleta, la doctora comentó que “esto va a depender de la funcionalidad de cada paciente y de la costumbre que tenga de hacer actividad física. Puede ir aumentando los tiempos de forma progresiva hasta llegar a media hora y tres veces por semana como mínimo”.
De esta manera, el paciente no solo se va a mantener funcionalmente activo, sino que sus dolencias van a disminuir y lo harán sentir más vigoroso. Bustamante González aconsejó que “en caso sea necesario, se le puede aplicar a la persona una pomada analgésica antes del ejercicio para que aumente su tolerancia al dolor”. Asimismo, la especialista aclara que el calentamiento previo es vital para evitar posibles lesiones. En ese sentido, señala que dar pequeños saltos durante 20 o 30 segundos no es calentar, “hay que realizar estiramientos por un periodo más prolongado”.