La palabra cáncer en todo el mundo está asociada con la muerte y además hay una campaña comunicacional ERRADA, para difundir el miedo a morir asociado a esta enfermedad.
En mi proceso de sanación hice un trabajo mental, físico, emocional y espiritual constante. Porque sabía que si yo me dejaba paralizar por el miedo, las defensas naturales de mi cuerpo bajarían y mi sanación se iba a complicar. Por eso, yo te invito a hacer caso omiso a toda esa estrategia comunicacional nefasta que habla de “guerra contra el cáncer”, “lucha contra el cáncer”, etc. Este lenguaje bélico lo único que crea es estrés emocional en quien tiene diagnóstico de cáncer.
Yo siempre hablé de mí como una mujer en proceso de sanación, nunca me identifiqué como una “enferma de” ni con términos como “guerrera”. Tampoco me gusta cuando una persona famosa o no, muere a causa del cáncer y se suele decir que esta persona “perdió la batalla contra el cáncer”. Creo honestamente que es un mensaje muy negativo, para quien en ese momento es paciente de cáncer, y recibe este tipo de noticias.
Además, ¿quiénes somos nosotros para juzgar a una persona como perdedora, porque dejó este plano de la vida terrena por una enfermedad equis? Creo que quien estuvo firme durante su proceso de salud, vivió su proceso de salud en medio de una profunda fe en Dios, NO ES UN PERDEDOR, incluso si al final fallece. Porque lo que para nosotros en este plano limitado de la vida vemos como el final o la posible “derrota”, es realmente el nacimiento a una nueva experiencia espiritual que aquí desconocemos. Entonces, juzgar como perdedora a una persona valiente y de fe que nos dejó tras un cáncer o cualquier otra enfermedad, es para mí hacerle una gran injusticia y no honrar el valor de su vida. Es también usar un lenguaje inadecuado y llevar más miedo a quien está con vida en medio de su proceso de sanación del cáncer.
Además, que una persona sea diagnosticada con cáncer, sida, lupus, diabetes o cualquier otra enfermedad, esto no la define como ser espiritual o ser humano. Se trata de una experiencia de vida, pero no es su definición. Es hora, que cambiemos el lenguaje negativo y fatalista, y que las personas entiendan que por ejemplo tener diabetes no las define como “diabéticas” a menos que ellas así lo crean. Cuando tú o yo dejamos que un diagnóstico de salud nos defina y nos presentamos con las etiquetas de “ soy diabético, soy miope, soy enfermo de tal cosa…” Estamos limitando nuestra esencia y estamos dando lugar al miedo en nuestras vidas.
Una acción tan sencilla como utilizar los verbos, abordar y/o afrontar, en lugar de enfrentar hace una gran distinción en nuestra mente, porque nos predispone a buscar la paz, la solución en vez de pensar solamente en la disputa y el conflicto.
Todo cambio externo comienza en nuestro lenguaje, que es el alimento base de cada pensamiento.
Recuerda desde el pensamiento tu comienzas a crear tu realidad. Por eso, es tan importante que tu pensamiento se nutra de palabras positivas que alimenten tu mirada renovada y positiva de ti como ser espiritual con una experiencia humana; y así actives también tu inteligencia espiritual, vivas de forma consciente; y comiences a manifestar los resultados que tú quieres.
Mientras tanto, te adelanto algunas frases negativas que podemos sustituir por otras que son realmente positivas, y que nos empoderan mentalmente para comenzar a hablar desde la consciencia. ¡Al sanar tu lenguaje, tú sanas tu vida!
En lugar de decir -> Lucha contra el cáncer
Di de ahora en adelante -> Concienciación del cáncer
En lugar de decirte ->Yo soy una mujer guerrera
Dite de ahora en adelante -> Yo soy una mujer milagro
En lugar de decirte -> Mi vida es una lucha
Dite de ahora en adelante -> Mi vida es aprendizaje y progreso
En lugar de decirte -> Voy a enfrentar este problema
Dite de ahora en adelante -> Voy a abordar este problema
En lugar de decirte -> Yo soy una mujer luchadora
Dite de ahora en adelante -> Yo soy una mujer emprendedora
En lugar de decir -> Esto vale la pena
Mejor di de ahora en adelante -> Esto vale el esfuerzo
En lugar de decir-> A pesar de las circunstancias
Mejor di de ahora en adelante -> Por encima de las circunstancias
En lugar de decir-> No olvides tal cosa….
Mejor di de ahora en adelante -> Recuerda tal cosa…
En lugar de decir-> Estoy luchando contra el cáncer
Mejor di de ahora en adelante -> Estoy sanando del cáncer
En lugar de decir-> La vida es muy dura o difícil
Mejor di de ahora en adelante -> La vida es fácil, es una fiesta
En lugar de decir-> Estoy en la lucha (la brega)
Mejor di de ahora en adelante -> Estoy trabajando con entusiasmo
Te invito a que hagas este ejercicio, de ir sustituyendo frases y también a que te dediques por tres días a escucharte con detenimiento, toma nota de cuantas frases negativas o poco optimistas dices en tu conversación diaria, en tu casa, en tu trabajo, por teléfono, y contigo misma o mismo.
Te invito a tomar nota de cada frase, tal vez, algunas de ellas están en la anterior lista, y si no es así, piensa por un momento: ¿Por cuál frase optimista puedes cambiar esa frase negativa? si has descubierto, que tienes muchas frases bélicas o negativas en tu lenguaje cotidiano, pregúntate: ¿Qué creencias, sentimientos o emociones experimento cuando digo estas frases? Si te descubres sintiéndote mal, triste, con negatividad, miedo o rabia. Piensa un momento y responde: ¿Qué nuevas frases puedo utilizar ahora en mi lenguaje que sustituyan las que digo habitualmente, para sentirme mejor?
Hoy te invito a hacerte estas preguntas, a cambiar tu lenguaje y a tomar nota de cómo, algo tan sencillo pero tan poderoso, como mejorar nuestro lenguaje hace una diferencia significativa y poderosa en nuestras vidas. La mayor parte de este texto, lo tomé de mi primer libro de la serie «Despierta, Vive Consciente» y que se titula «7 Semanas de Sanación».
Te abrazo muy fuerte y con tres corazones y que Dios te bendiga.
Alejandrina «Nina»